Ciudad Juárez se Prepara para «Ganar» una Hora de Sueño este 2 de Noviembre
El Reloj Se Rinde al Invierno: Juárez Sí se Sincroniza con El Paso
Mientras en el interior del país el debate sobre el horario estacional es cosa del pasado, en Ciudad Juárez el tiempo se mueve al compás de El Paso, Texas. Este domingo 2 de noviembre de 2025, los juarenses tienen una cita ineludible con sus relojes: atrasarlos una hora para recibir el horario de invierno y, de paso, disfrutar de 60 minutos extra de sueño ese día.
La medida obedece a una necesidad estrictamente económica y logística. A pesar de la eliminación oficial del horario de verano en el país, el norte fronterizo mantiene esta práctica como una «zona horaria especial» para asegurar que los puentes internacionales, las maquiladoras y el comercio binacional operen sin desfases. Para Juárez, el tiempo no es solo energía; es sincronía con su vecino del norte.
El ajuste de manecillas es un fenómeno que se vive en toda la franja que comparte lazos profundos con Estados Unidos. En Chihuahua, además de la capital fronteriza, los siguientes municipios también modificarán su horario:
- Praxedis G. Guerrero
- Guadalupe
- Janos
- Ojinaga
- Coyame del Sotol
Estos puntos clave son la excepción dentro de México, marcando un calendario temporal diferente, ajustado dos veces al año (primavera e invierno) para seguir el ritmo de la Unión Americana.
El horario de invierno, que estará vigente hasta la próxima primavera, tiene efectos muy tangibles en la vida diaria:
- Mañanas Beneficiadas: Las actividades matutinas, como la entrada a escuelas y los primeros turnos de trabajo, gozarán de mayor luz natural.
- Noches Adelantadas: La principal consecuencia es que el sol se ocultará mucho más temprano, acortando las horas de luz en la tarde.
- La Recalibración: Se recomienda a los ciudadanos asegurarse de cambiar manualmente los relojes de pared, coche y electrodomésticos, ya que los dispositivos inteligentes lo harán automáticamente.
El cambio de horario, implementado en México desde 1996 por motivos de ahorro energético, hoy solo sobrevive en la frontera como un puente temporal para mantener fluidos los millones de transacciones y cruces que definen la vida de esta región.
