El reciente acuerdo de distensión entre China y Estados Unidos no solo estabiliza las relaciones globales, sino que ha generado un alivio inmediato y palpable en la industria automotriz de México, un sector clave para la economía nacional.
El punto de inflexión fue la suspensión por un año de varias prohibiciones y aranceles que Pekín había impuesto a Washington, lo que los analistas han denominado el primer gran «deshielo» tras la reunión entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump.
El Impacto Directo en las Plantas Mexicanas
La medida más significativa para la manufactura mexicana es el levantamiento de la prohibición a los chips automotrices de Nexperia.
A finales de octubre, armadoras como Honda se vieron obligadas a frenar temporalmente su producción en plantas clave como la de Celaya, Guanajuato, debido a la escasez crítica de estos semiconductores. Otras empresas, incluyendo Mercedes-Benz y Nissan, ya habían advertido sobre el agotamiento de sus reservas de stock.
Con esta decisión de China, la producción de chips se normaliza, lo que significa:
- Reactivación de operaciones: Las plantas automotrices podrán reanudar sus líneas de ensamblaje a plena capacidad.
- Estabilidad en la Cadena: Se mitiga el riesgo de futuros parones que amenazaban la estabilidad laboral y la producción de exportación.
El Paquete de Flexibilización Chino
La flexibilización abarca varios frentes que impactan directamente el comercio global, incluyendo:
- Restricciones Levantadas: Se suspenden los controles duros sobre la exportación de tierras raras, minerales pesados y baterías de litio hacia EE. UU., materiales cruciales para la alta tecnología.
- Aranceles Reducidos: Se eliminan el arancel adicional del 24% a las importaciones estadounidenses y otro 15% a productos agrícolas como pollo, trigo, maíz y algodón.
Este paquete generó una respuesta positiva inmediata en los mercados bursátiles de Europa, con gigantes automotrices como Volkswagen (+2.7%), BMW (+2.5%) y Mercedes-Benz registrando importantes alzas.
El Eslabón Mexicano en la Cadena Global
El panorama demuestra una vez más la interdependencia de la economía mexicana con las grandes potencias. Cuando las dos economías más grandes del mundo logran un entendimiento, el comercio internacional fluye sin contratiempos, y la manufactura mexicana, que es un eslabón fundamental en las cadenas de suministro globales, se beneficia directamente.
La normalización de la producción de vehículos en el país es una excelente noticia para iniciar la semana y disipa las preocupaciones que se cernían sobre uno de los principales motores de empleo e ingresos de México.
